Una obra decorativa en cianotipia que respira calma
Esperando la Ola es obra decorativa en cianotipia retrata un instante de pausa y contemplación: un surfista sentado sobre su tabla, esperando con paciencia el momento perfecto, mientras la superficie del mar se despliega en texturas hipnóticas. Es una escena silenciosa, suspendida en el tiempo, que transmite la esencia misma del surf: la espera, la conexión con el mar y la confianza en que la ola llegará.
La fotografía ha sido tomada desde dentro del mar, lo que le confiere una perspectiva única, íntima y serena. A través del característico azul profundo de la cianotipia, la imagen adquiere una dimensión onírica que invita a la calma y a la contemplación.
Formato artesanal para una obra con alma
Esta pieza está elaborada sobre papel artístico Fabriano de 300 gramos, reconocido por su alta calidad, su textura ligeramente rugosa y su excelente capacidad de absorción. El formato cuadrado de 30×30 cm le otorga equilibrio y armonía visual, permitiendo que se integre fácilmente en espacios con una estética cuidada, minimalista o con toques naturales y marinos.
Cada ejemplar se realiza a mano, siguiendo los pasos tradicionales de la cianotipia, lo que hace que cada obra sea totalmente única. No existen dos piezas idénticas: el proceso artesanal garantiza pequeñas diferencias que aportan valor y autenticidad.
Una imagen tomada desde el corazón del mar
La fotografía que da origen a esta obra fue tomada en la Playa de Cortadura, en Cádiz. Un escenario de fuerte vínculo emocional con el surf y el mar abierto. En esta ocasión, el foco no está en la ola en movimiento, sino en la espera, en ese momento de quietud donde el surfista y el mar dialogan en silencio.
Capturada desde dentro del agua con un equipo fotográfico acuático, esta perspectiva invita a ver el mar no como un paisaje lejano, sino como un espacio que se habita. Las texturas del agua, la postura relajada del surfista y la amplitud del océano componen una imagen que respira calma y profundidad.
El proceso de creación: fotografía y cianotipia
Esta obra decorativa en cianotipia nace de un proceso artesanal que requiere observación, paciencia y cuidado en cada etapa. Así se construye la imagen final:
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Selección de la localización: se elige cuidadosamente el lugar ideal para capturar el tipo de escena que se tiene en mente, en este caso una zona tranquila de la Playa de Cortadura.
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Estudio meteorológico: se espera el día adecuado para que las condiciones de luz, mar y cielo se alineen con la idea creativa.
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Edición y creación del negativo: una vez tomada la imagen, se trabaja digitalmente para diseñar el negativo necesario para el proceso de cianotipia.
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Aplicación de la tintura fotosensible sobre el papel Fabriano y su posterior secado.
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Montaje del negativo sobre el papel seco.
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Exposición solar durante el tiempo estimado según la intensidad del sol del día.
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Revelado en baños de agua, donde se produce la transformación mágica del azul característico.
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Secado final de la obra para conservar su integridad.
Este método tradicional hace que cada pieza sea un original irrepetible, con una estética profundamente ligada a los procesos naturales y al tiempo.
Una obra decorativa para espacios que buscan paz
La serenidad que emana esta imagen la convierte en una opción ideal para decorar espacios íntimos, de descanso o meditación. También funciona como un regalo especial para personas que aman el mar, el surf o simplemente la belleza de los momentos pausados y contemplativos.
Con esta obra, la cianotipia vuelve a demostrar su capacidad de convertir instantes cotidianos en piezas atemporales, llenas de alma y presencia. Una ventana al mar desde la tranquilidad de quien sabe esperar.
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