El arte de detener el tiempo con luz y química
La cianotipia es una técnica fotográfica que, aunque nació en el siglo XIX, ha encontrado su lugar en el corazón de quienes buscamos nuevas formas de expresión dentro del laboratorio analógico. Con su inconfundible tono azul prusiano y su acabado nostálgico, esta técnica permite explorar la imagen desde otro ángulo: el del gesto, la textura y la intervención manual.
Como fotógrafa especializada en procesos alternativos, la cianotipia me ha permitido recuperar el encanto de lo artesanal, de lo lento, y a la vez experimentar sin límites. En este artículo te hablaré de su historia, su evolución, cómo la aplico en mi estudio, cómo puedes practicarla en casa, y cómo mis obras inspiradas en el mar han encontrado su mejor forma en este proceso centenario.
Breve historia de la cianotipia: una invención con propósito práctico
La cianotipia nació en 1842 de la mano del científico y astrónomo británico John Herschel, quien buscaba una forma económica y práctica de reproducir planos arquitectónicos. Su descubrimiento unía citrato férrico amoniacal y ferricianuro potásico, una mezcla fotosensible que al exponerse a la luz ultravioleta producía imágenes permanentes en tonalidades azules.
Pero fue Anna Atkins, botánica y pionera de la fotografía, quien en 1844 transformó esta técnica en arte al aplicarla en la documentación visual de especímenes vegetales. Sus delicadas composiciones, impresas sobre papel sensibilizado con cianotipia, se consideran las primeras publicaciones fotográficas científicas de la historia.
El declive de la cianotipia y su redescubrimiento artístico
Con el desarrollo de nuevas técnicas fotográficas como el daguerrotipo, el colodión húmedo o las placas secas, la cianotipia fue relegada a un segundo plano, utilizada casi exclusivamente para copias técnicas o aplicaciones científicas.
Sin embargo, hoy vuelve a cobrar protagonismo en entornos creativos y estudios alternativos por su carácter manual, experimental y profundamente expresivo. Su bajo coste, su belleza natural y su conexión con lo físico y lo sensible la han convertido en una herramienta artística muy valorada por fotógrafos contemporáneos.
(Puedes leer más sobre la evolución de los procesos fotográficos en esta entrada de mi blog)
Cianotipia en mi estudio: la unión entre mar y técnica
Siempre me ha dolido ver cómo algunas técnicas bellas se pierden en el tiempo, y por eso decidí adaptar la cianotipia a mi lenguaje visual personal. Mi serie de obras marinas en cianotipia surge de esa necesidad de reconectar con la materia, el agua, la textura, y capturar el océano no solo desde la lente, sino desde la química y el tacto.
El azul prusiano que define este proceso me recordó al fondo marino: profundo, denso, calmo. Empecé a aplicar mis fotografías creativas del mar sobre papel sensibilizado con cianotipia, logrando una unión entre técnica histórica y visión contemporánea. El resultado es un lenguaje que mezcla nostalgia, ciencia, arte y poesía visual.
Puedes descubrir mis obras de cianotipia en esta página de mi galería online, donde cada imagen tiene su propia historia relatada sobre azul.
¿Cómo hacer cianotipia en casa?
Una de las grandes ventajas de la cianotipia es que no requiere un laboratorio complejo. Puedes iniciarte en casa, en tu patio o en cualquier espacio con luz natural y buena ventilación. Aquí te explico paso a paso cómo realizar el proceso:
Materiales y químicos necesarios:
- Citrato férrico amoniacal (verde)
- Ferricianuro potásico
- Agua destilada
- Papel tipo Fabriano
- Recipientes de vidrio para preparar soluciones
- Brochas suaves o pinceles planos
- Objetos opacos o traslúcidos (flores, hojas, negativos, acetatos)
- Luz solar directa
Preparación de la solución sensibilizadora:
Para obtener 200 ml de solución cianotípica:
- Disolver 25g de citrato férrico amoniacal en 100 ml de agua destilada
- Disolver 10g de ferricianuro potásico en 100 ml de agua destilada
- Guardar por separado en recipientes oscuros
Mezcla en partes iguales ambas soluciones solo en el momento justo antes de aplicar sobre el papel.
Aplicación y exposición:
- Tinturiza el papel con brocha en una habitación con luz tenue.
- Deja secar al aire completamente, o acelera con secador en frío.
- Coloca las flores u objetos directamente sobre el papel.
- Exponlo al sol entre 5 y 20 minutos, según la intensidad solar.
- Retira los objetos y lava el papel con agua corriente para revelar la imagen.
Durante el lavado, verás cómo el grisáceo inicial da paso al azul prusiano característico. Para garantizar durabilidad, realiza un segundo aclarado con agua clara.
El valor de la cianotipia como obra artística
El resultado de una cianotipia bien ejecutada no es solo técnico, es emocional. Cada pieza es única, imperfecta en el mejor sentido, y guarda en sí misma la huella del proceso. En mis obras, aplico esta técnica para resaltar la poesía visual del mar, su movimiento suspendido y su voz silenciada en papel.
Si sientes conexión con estas imágenes, puedes adquirir mis obras originales desde mi galería. Todas están firmadas, numeradas y tratadas para conservarse durante generaciones.
Además, si te interesa este tipo de fotografía, puedes apuntarte a mi newsletter donde comparto novedades, exposiciones, nuevos lanzamientos y también fechas para mis talleres de cianotipia. Me encantaría que formes parte de mi comunidad creativa.
Conclusión: volver a lo táctil, al gesto, a lo esencial
En un mundo dominado por lo digital, redescubrir procesos como la cianotipia es una forma de reconectar con lo esencial de la fotografía: la luz, la materia y el tiempo. Esta técnica nos invita a experimentar, a fallar, a ensuciarnos las manos y a dejarnos llevar por la intuición.
Mi estudio es un pequeño laboratorio de emociones azules. Y si tú también sientes esa necesidad de crear con calma, con química y con alma, este es un proceso que te invito a explorar.
El blog de Kaupu
En mi blog podrás encontrar entradas sobre mi trabajo profesional y artístico.
Atrévete a descubrir mi mundo creativo y todos los procesos que realizo hasta conseguir el resultado final.
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